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Comprender las mentes y la naturaleza humana ayuda en la obra de la salvación 1MCP 23

Decídanse a ser tan útiles y eficientes como Dios les pide que sean. Sean cabales y fieles en todo cuanto emprendan. Aprovechen todas las ventajas que haya a su alcance para desarrollar el intelecto. Combinen el estudio de los libros con el trabajo manual útil, y mediante el esfuerzo fiel, la vigilancia y la oración, adquieran la sabiduría de origen celestial. Esto les dará una educación equilibrada. Así podrán crecer en carácter, y adquirir una influencia sobre otras mentes, que les capacitará para dirigirlas por el sendero de la justicia y la santidad.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 269 (1900). 1MCP 23.5

Los mecánicos, los abogados, los negociantes, los hombres de todos los oficios y profesiones, se educan a fin de llegar a dominar su ramo. ¿Deben los que siguen a Cristo ser menos inteligentes, y mientras profesan dedicarse a su servicio ignorar los medios y recursos que han de emplearse? La empresa de ganar la vida eterna es superior a toda consideración terrenal. A fin de conducir a las almas a Cristo, es necesario estudiar y conocer la naturaleza de la mente humana. Se requiere mucha reflexión cuidadosa y ferviente oración para saber cómo acercarse a los hombres y las mujeres a fin de presentarles el gran tema de la verdad.—Joyas de los Testimonios 1:454, 455 (1876). 1MCP 24.1