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Las críticas abren la puerta a Satanás 1MCP 185

Padres y madres, sean vigilantes. Sea su conversación en el hogar agradable y animadora. Hablen siempre bondadosamente, como en la presencia de Cristo. Que no haya críticas, ni acusaciones. Las palabras de esta clase hieren y lastiman el alma. Es natural que los seres humanos usen palabras hirientes. Los que ceden a esta inclinación abren la puerta para que Satanás entre en sus corazones y los haga rápidos para recordar los errores y las equivocaciones de otros. Se explayan en estas faltas, se notan sus deficiencias, y se dicen palabras que hacen perder la confianza en quien está haciendo lo mejor para cumplir su deber como colaborador de Dios. A menudo se siembran las semillas de la desconfianza porque se piensa que uno debería haber sido favorecido pero no lo fue.—Carta 169, 1904. 1MCP 185.1