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La naturaleza sensible y amante de Cristo 1MCP 250

Su vida, desde su comienzo hasta su final, se distinguió por la abnegación y el sacrificio. En la cruz del Calvario, se entregó a sí mismo en beneficio de la humanidad, para que todo el mundo obtuviera salvación si así lo quería. Cristo estaba oculto en Dios, y Dios fue revelado al mundo en el carácter de su Hijo [...]. 1MCP 250.6

Cada día, en cada acto de su vida, se reflejaba su amor por el mundo perdido. Los que están llenos de su Espíritu trabajarán en la misma forma como trabajó Cristo. En Cristo, la luz y el amor de Dios se manifestaron en la naturaleza humana. Nadie ha tenido una naturaleza tan inocente como la del Santo de Dios, que fue el modelo de lo que la humanidad puede llegar a ser si recibe la naturaleza divina.—The Youth’s Instructor, 16 de agosto de 1894; A Fin de Conocerle, 290. 1MCP 250.7