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El amor entre el padre y el hijo es un ejemplo para nosotros 1MCP 252

Por mucho que un pastor pueda amar a sus ovejas, Jesús ama mucho más a sus hijos e hijas. No es solamente nuestro pastor; es nuestro “Padre eterno”. Y el dice: “Y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre”. Juan 10:14, 15. ¡Qué declaración! Es el Hijo unigénito, el que está en el seno del Padre, a quien Dios ha declarado ser “el hombre que me acompaña” (Zacarías 13:7), y presenta la comunión que hay entre él y el Padre como ejemplo de la que existe entre él y sus hijos en la tierra.—El Deseado de Todas las Gentes, 447 (1898). 1MCP 252.1

Dios ama a los seguidores de Cristo como ama a su Hijo unigénito.—Manuscrito 67, 1894. 1MCP 252.2