Satanás entró y se puso entre Dios y el ser humano. Su obra es desviar la mente humana, y arroja su oscura sombra sobre nuestro sendero para que no podamos distinguir entre Dios y la oscuridad moral y la corrupción y la iniquidad que hay en nuestro mundo. ¿Qué haremos, entonces, con este asunto? ¿Permitiremos que permanezcan las sombras? No. 1MCP 35.2
Hay un poder a nuestra disposición que traerá la luz del cielo a nuestro oscuro mundo. Cristo ha estado en el cielo, y traerá la luz del cielo, disipará la oscuridad, y permitirá que entre la luz de su gloria. Entonces veremos, en medio de la corrupción, la contaminación y la depravación, la luz del cielo. 1MCP 35.3
No debemos darnos por vencidos ante la depravación que existe en la raza humana, y recordarla continuamente. No debemos mirar eso [...]. ¿Qué hemos de hacer, entonces? ¿Cuál es nuestra tarea? Mirar “cuál amor nos ha dado el Padre”. 1 Juan 3:1.—Manuscrito 7, 1888. 1MCP 35.4