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No debe descuidarse la educación en los deberes domésticos 1MCP 289

En la infancia y la juventud, deben combinarse la educación práctica y la literaria. Se debe enseñar a los niños a tomar parte en los deberes domésticos. Hay que instruirlos sobre cómo ayudar a sus padres en las cosas pequeñas que pueden hacer. Su mente debe aprender a pensar, y deben ejercitar su memoria para recordar el trabajo que se les asignó; y al adquirir hábitos que los hagan útiles en el hogar, se están educando en los deberes prácticos apropiados a su edad. 1MCP 289.1

Si a los niños se les imparte la debida preparación en el hogar, no se les encontrará en las calles asimilando la educación azarosa que muchos reciben. Los padres que aman a sus hijos de una manera sensata, no les permitirán desarrollarse con hábitos de pereza y en la ignorancia de cómo se realizan los deberes domésticos.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 141 (1913). 1MCP 289.2