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Dudar no es una virtud 1MCP 309

La Palabra de Dios nos juzgará a cada uno de nosotros en el último gran día. Los jóvenes hablan de la ciencia, y son más sabios de lo que está escrito; procuran explicar los caminos y las obras de Dios de acuerdo con su comprensión finita, pero todo eso concluye en un miserable fracaso. 1MCP 309.2

La ciencia y la inspiración verdaderas están en perfecta armonía. La falsa ciencia es algo independiente de Dios. Es ignorancia presuntuosa. Este poder engañador ha cautivado y esclavizado las mentes de muchos que han preferido las tinieblas a la luz. Se han puesto del lado de la incredulidad, como si el dudar fuera una virtud e indicio de una mente capaz, cuando en realidad revela un intelecto demasiado débil y estrecho para percibir a Dios en sus obras creadas. No podrían sondear el misterio de su Providencia, aunque lo estudiaran con toda su fuerza durante toda la vida. Y debido a que las obras de Dios no pueden ser explicadas por las mentes finitas, Satanás los somete a sus sofismas, y los enreda en las mallas de la incredulidad. Si estos que dudan quieren relacionarse íntimamente con Dios, él aclarará sus propósitos.—Joyas de los Testimonios 1:583 (1881). 1MCP 309.3