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Evitar los actos de presunción 1MCP 38

Hay quienes se exponen temerariamente al peligro y a las tentaciones, y se requeriría un milagro de Dios para sacarlos sin daño y sin contaminación. Esos son actos presuntuosos que no agradan a Dios. La tentación que Satanás presentó al Salvador del mundo, de arrojarse desde el pináculo del templo, fue firmemente enfrentada y resistida. El archienemigo citó una promesa de Dios, de seguridad, para que Cristo pudiera hacer eso seguramente, confiando en la promesa. Jesús hizo frente a esa tentación con las Escrituras: “Escrito está también: “No tentarás al Señor tu Dios””. Mateo 4:7. De la misma manera, Satanás insta a los hombres a ir a lugares a los que Dios no quiere que vayan, presentándoles las Escrituras para justificar sus sugerencias.—The Review and Herald, 8 de abril de 1880; Nuestra Elavada Vocacion, 97. 1MCP 38.5