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El pecado ofusca nuestras percepciones 1MCP 332

El pecado entenebrece nuestras mentes y ofusca nuestras percepciones. Cuando el pecado es eliminado de nuestro corazón, la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo, que ilumina su Palabra y es reflejada por la naturaleza, declarará en forma más y más cabal que Dios es “misericordioso y piadoso; tardo para la ira y grande en misericordia y verdad”. Éxodo 34:6. 1MCP 332.4

En su luz veremos luz, hasta que la mente, el corazón y el alma estén transformados a la imagen de su santidad.—El Ministerio de Curación, 370 (1905). 1MCP 332.5