Una de las principales causas de la ineficacia mental y la debilidad moral es la falta de concentración para lograr objetivos importantes. Nos enorgullecemos de la vasta difusión de las publicaciones, pero esa gran cantidad de libros—aun los que en sí mismos no son perjudiciales—puede ser definidamente dañina [...]. 1MCP 341.5
Gran parte de los periódicos y libros que, como las ranas de Egipto, se esparcen por la tierra, no son solamente vulgares, inútiles y debilitantes, sino que corrompen y destruyen el alma. 1MCP 341.6
La mente y el corazón indolentes, que no tienen propósito definido, son fácil presa del maligno. El hongo se arraiga en organismos enfermos, sin vida. Satanás instala su taller en la mente ociosa. Diríjase la mente a ideales elevados y santos, dese a la vida un propósito noble, absorbente, y el enemigo hallará poco terreno para afirmarse.—La Educación, 189, 190 (1903). 1MCP 342.1