Go to full page →

Un remedio para toda clase de tentación 1MCP 46

Para toda clase de tentación hay un remedio. No somos abandonados a nosotros mismos para pelear la batalla contra el yo, y contra la naturaleza pecaminosa, mediante nuestra propia fuerza finita. Jesús es un poderoso ayudador, un sostén que nunca falla [...]. Nadie tiene que fracasar o desanimarse, cuando se ha hecho una provisión tan amplia para nosotros.—The Review and Herald, 8 de abril de 1884; Nuestra Elavada Vocacion, 90. 1MCP 46.2