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Se necesitan paciencia y sabiduría 1MCP 90

Los predicadores deben tener cuidado de no esperar demasiado de los que están andando a tientas en las tinieblas del error. Tienen que hacer bien su obra, confiando en que Dios impartirá a las mentes indagadoras la influencia misteriosa y vivificadora de su Espíritu Santo, sabiendo que sin esto sus labores no tendrán éxito. Necesitan ser pacientes y sabios para tratar con las mentes, recordando cuán múltiples son las circunstancias que han desarrollado tales rasgos diferentes en los individuos. Han de vigilarse constantemente para que el yo no obtenga la supremacía, y Jesús sea dejado afuera.—Obreros Evangélicos, 395 (1915). 1MCP 90.5