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Hablemos palabras que tiendan a la edificación 1MCP 122

Es lo mejor para cada alma investigar cuidadosamente qué alimento mental está ingiriendo. Cuando los que viven para hablar vienen a usted, armados y equipados para decir: “Cuenten y nosotros lo contaremos”, deténgase y piense si la conversación dará ayuda espiritual, eficiencia espiritual, para que en comunicación espiritual pueda usted comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios. “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, pero para Dios escogida y preciosa”. 1 Pedro 2:4. Estas palabras expresan mucho. 1MCP 122.1

No hemos de ser charlatanes, o chismosos, o cuenteros; no hemos de dar falso testimonio. Dios nos prohibe ocuparnos en conversaciones frívolas o necias, en hacer chistes o bromas, o en hablar palabras vanas. Tendremos que dar cuenta a Dios de lo que decimos. Seremos llevados a juicio por las palabras que no hacen bien ni al que habla ni al que oye. Hablemos todos palabras que tiendan a la edificación. Recuerde que usted tiene valor ante Dios. No permitan que conversaciones vulgares o necias, o principios equivocados constituyan su experiencia cristiana.—Fundamentals of Christian Education, 458 (1897). 1MCP 122.2