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El ejercicio físico da vida 1MCP 131

Cuando el cuerpo no está en actividad, la sangre fluye perezosamente y los músculos disminuyen en medida y poder [...]. El ejercicio físico, el aire puro y la luz solar—bendiciones que el cielo ha derramado abundantemente sobre todos—le proporcionarían vida y fuerza a más de un extenuado discapacitado [...]. El trabajo es una bendición y no una maldición. El trabajo diligente resguarda a muchos, jóvenes y viejos, de las trampas de aquel que “encuentra algún mal para que hagan las manos ociosas”. Que ninguno se avergüence del trabajo, porque el trabajo honrado es ennoblecedor. Mientras las manos están ocupadas en las tareas más comunes, la mente se debe extasiar en pensamientos elevados y santos.—The Youth’s Instructor, 27 de febrero de 1902: Nuestra Elavada Vocacion, 225. 1MCP 131.1