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Los cristianos no debieran estar sujetos a las emociones*Véase el Apéndice A, “Consejos a una mujer deprimida de mediana edad”, y Apéndice B, “Confianza implícita a pesar de los cambios en la atmósfera espiritual”. Estos apéndices se encuentran al final del tomo 2 de Mente, Carácter y Personalidad. 1MCP 136

Los hijos de Dios no deben estar sujetos a los sentimientos y las emociones. Cuando vacilan entre la esperanza y el temor, hieren el corazón de Cristo, porque les ha dado pruebas evidentes de su amor [...]. Quiere que hagan la obra que les ha confiado; entonces sus corazones serán como arpas sagradas en las manos divinas, cada una de cuyas cuerdas emitirá alabanza y acción de gracias a Aquel que Dios ha enviado para quitar los pecados del mundo.—Testimonios para los Ministros, 518, 519 (1914). 1MCP 136.2