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Los castigos y los enojos producen rebelión 2MCP 147

Las palabras ásperas y enojadas no son de origen celestial. Renegar y regañar nunca ayudan. Por el contrario despiertan los peores sentimientos en el corazón humano. Cuando sus niños procedan mal y se comporten con rebeldía y ustedes se sientan tentados a hablar y actuar ásperamente, esperen antes de corregirlos. Denles una oportunidad de pensar y tranquilicen su ánimo. 2MCP 147.1

Al hablar bondadosa y tiernamente a sus niños, recibirán la bendición del Señor. ¿Creen acaso que en el día del juicio de Dios habrá alguien que se lamente de haber sido paciente y bondadoso con sus niños?—Conducción del Niño, 230 (1903). 2MCP 147.2