Que nadie crea, aunque esté teóricamente firme en la verdad presente, que no comete errores. Pero si se cometen errores, que haya disposición para corregirlos. Y evitemos todo lo que pueda producir disensión y contienda; porque tenemos un cielo por delante, y entre sus habitantes no hay conflictos.—The Review and Herald, 8 de agosto de 1907; Counsels on Health, 244. 2MCP 149.2