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El corazón y el cerebro necesitan descanso (consejo a un pastor demasiado ocupado) 2MCP 153

Mantenga el canal limpio y sin obstrucciones, para que pueda fluir el Espíritu Santo. No importa qué ocurra, mantenga su mente fija en Dios, y no se deje confundir por nada. 2MCP 153.2

Mientras hablaba con usted de noche, en sueños, vi que su mente estaba fatigada, y le dije: “Deposite toda su solicitud en el Señor, porque él cuida de usted. Encomiende sus preocupaciones y perplejidades al Portador de cargas. La paz de Cristo en el corazón vale más para nosotros que cualquier otra cosa [...]”. 2MCP 153.3

Le pido que sea cuidadoso. Le ruego que deponga la carga; que se desembarace de las numerosas preocupaciones y perplejidades que le impiden darle descanso a su corazón y a su cabeza. Recuerde que es necesario prestar atención a los asuntos de interés eterno.—Carta 19, 1904. 2MCP 153.4