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Hay que conservar la armonía entre las facultades mentales y las físicas 2MCP 154

Perdemos o ganamos fortaleza física de acuerdo con la forma como tratamos el cuerpo. Cuando la mayor parte del tiempo se dedica al trabajo mental, la imaginación pierde su frescura y su poder, mientras los órganos físicos pierden su tono saludable. El cerebro está morbosamente excitado al tener que trabajar constantemente, mientras el sistema muscular se debilita por falta de ejercicio. Hay una manifiesta pérdida de fuerza y una creciente debilidad, que con el tiempo ejerce su influencia sobre el cerebro. Tanto como sea posible, debe conservarse la armonía entre las facultades mentales y las físicas. Esto es necesario para conservar con buena salud todo el organismo.—Carta 53, 1898. 2MCP 154.1