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No están ocultos de Jesucristo 2MCP 157

¡Qué pensamiento maravilloso es saber que Jesús está perfectamente enterado de los dolores y las aflicciones que soportamos! Él padeció todas nuestras tribulaciones. Algunos de nuestros amigos no saben nada cerca de las miserias humanas o de los padecimientos físicos. Nunca están enfermos, y por lo tanto no pueden comprender los sentimientos de los que padecen. Pero Jesús se compadece de nosotros a causa de nuestra enfermedad.—Mensajes Selectos 2:272 (1892). 2MCP 157.3