Go to full page →

La razón es destronada por la ira (consejo a un hermano que se enojaba fácilmente) 2MCP 166

Yo espero que haga memoria cuidadosamente, y recuerde la primera vez que se vio tentado a apartarse de las reglas del colegio. Analice con actitud crítica el carácter del gobierno de nuestra escuela. Las reglas que se aplicaron no eran demasiado estrictas. Pero se albergó la ira; por un momento se destronó a la razón, y el corazón cayó presa de una pasión ingobernable. Antes que se diera cuenta, había dado un paso que unas pocas horas antes no habría tomado bajo ninguna presión ni tentación. El impulso venció su razón, y ya no podía recordar ni el daño que se le había hecho ni el que se le podría llegar a hacer a una institución de Dios. Nuestra única salvaguardia en todas las circunstancias consiste en conservarnos siempre dueños de nosotros mismos con la fortaleza de Jesús, nuestro Redentor.—Testimonies for the Church 4:431 (1880). 2MCP 166.2