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Los malos hábitos deben ser vencidos 2MCP 243

Al contemplar como por medio de un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su imagen, de gloria en gloria, por su Espíritu. Esperamos demasiado poco, y recibimos de acuerdo con nuestra fe. No debemos aferrarnos a nuestros propios métodos, planes e ideas; debemos ser transformados por la renovación de nuestra mente, para que podamos comprobar “cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:2. Los pecados que nos asedian tienen que ser vencidos y los malos sentimientos deben ser desarraigados, y un carácter santo y santas emociones han de ser engendrados en nosotros por el Espíritu de Dios.—Carta 57, 1887. 2MCP 243.2

Cuando nos oponemos a los malos hábitos, estos ofrecen la más vigorosa resistencia; pero si la lucha prosigue con energía y perseverancia, es posible vencerlos.—Testimonies for the Church 4:655 (1881). 2MCP 243.3