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No nos destrocemos los nervios 2MCP 281

Los que se critican y condenan mutuamente están quebrantando los mandamientos de Dios y son una ofensa para él. No aman ni a Dios ni a sus prójimos. Hermanos y hermanas: quitemos la basura de la crítica, los recelos y las quejas, y no sean quisquillosos. Algunos son tan sensibles que no se puede razonar con ellos. Sean muy sensibles en cuanto a lo que significa guardar la ley de Dios y en cuanto a si están guardando o quebrantando la ley. En esto es en lo que Dios quiere que seamos sensibles.—Comentario Bíblico Adventista 7:949 (1903). 2MCP 281.4