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Se necesita disciplina mental 2MCP 309

La capacidad de fijar los pensamientos en la obra emprendida es una gran bendición. Los jóvenes temerosos de Dios deben esforzarse por cumplir con sus responsabilidades con reflexiva consideración, manteniendo los pensamientos en su debido curso y poniendo de su parte lo mejor de que son capaces. Tienen que reconocer sus deberes actuales y cumplirlos sin permitir que la mente se desvíe. Esta clase de disciplina mental será útil y beneficiosa durante toda la vida. Aquellos que aprenden a concentrar sus pensamientos en todo lo que emprenden, por pequeña que parezca la obra, serán útiles en el mundo.—Mensajes para los Jóvenes, 147 (1903). 2MCP 309.3