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Alberguemos fe 2MCP 315

No hav nada que fomente la incredulidad. El Señor manifiesta su gracia y su poder vez tras vez, y esto debe enseñarnos que siempre es provechoso, en todas las circunstancias, fomentar la fe, hablar de la fe, proceder con fe. No debemos permitir que nuestros corazones y nuestras manos se debiliten al permitir que las sugestiones de mentes incrédulas planten en nuestros corazones las semillas de duda y desconfianza Hebreos 3:12.—Comentario Bíblico Adventista 7:939, 940 (1898). 2MCP 315.7