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La tentación prueba al máximo la fuerza de voluntad 2MCP 329

Es nuestro privilegio como hijos de Dios mantenernos firmes en la profesión de nuestra fe, sin ser conmovidos. A veces el engañoso poder de la tentación parece exigir hasta el máximo nuestra fuerza de voluntad, y ejercer fe parece completamente contrario a todas las evidencias del sentido o la emoción; pero nuestra voluntad debe mantenerse del lado de Dios. Debemos creer que en Jesucristo se encuentran la fuerza y la eficiencia duraderas [...]. Hora a hora debemos mantener triunfante nuestra posición en Dios, poderosa en su fuerza.—Nuestra Elavada Vocacion, 126 (1890). 2MCP 329.1