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La mente restringe la circulación (consejo personal) 2MCP 42

Al mantenerse en la idea de que un baño le causará perjuicio, la impresión mental se comunica a todos los nervios del cuerpo. Los nervios controlan la circulación de la sangre; por eso la sangre, como resultado de la impresión de la mente, queda confinada en los vasos sanguíneos, y así se pierden los buenos efectos del baño. Todo esto ocurre porque la mente y la voluntad impiden que la sangre fluya libremente y llegue a la superficie para estimular, despertar y promover la circulación. 2MCP 42.6

Por ejemplo, usted tiene la impresión de que si se baña se va a enfriar. El cerebro envía esa orden a los nervios del cuerpo, y los vasos sanguíneos, obedientes a su voluntad, no pueden llevar a cabo su tarea y producir una reacción después del baño.—Testimonies for the Church 3:69, 70 (1872). 2MCP 43.1