Go to full page →

Guardemos las avenidas del alma 2MCP 372

El apóstol procuró enseñar a los creyentes cuán importante es impedir que la mente divague en asuntos prohibidos o gaste energías en cosas triviales. Los que no quieran ser víctimas de las trampas de Satanás, deben guardar bien las avenidas del alma; deben evitar leer, mirar y oír lo que podría sugerir pensamientos impuros. No se debe permitir que la mente se espacie al azar en cualquier tema que sugiera el enemigo de nuestras almas. 2MCP 372.5

Hay que vigilar fielmente el corazón, o los males de afuera despertarán los males de adentro, y el alma vagará en tinieblas.—Los Hechos de los Apóstoles, 427 (1911). 2MCP 373.1