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No dejen cabos sueltos 2MCP 389

El hermano L debería poner en orden todos sus asuntos, y no dejar cabos sueltos. Es su privilegio ser rico en buenas obras y poner para sí mismo un buen fundamento para el porvenir, de manera que pueda echar mano de la vida eterna. No le conviene seguir las sugerencias de su juicio vacilante. Debe buscar el consejo de hermanos de experiencia y procurar la sabiduría de Dios para que pueda terminar bien su obra. Tiene que estar ahora mismo proveyéndose con todo fervor de “bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote”. Lucas 12:33.—Testimonies for the Church 2:676 (1871). 2MCP 389.3