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Cualidades de un consejero 2MCP 406

Es de la mayor importancia que la persona elegida para atender los intereses espirituales de los pacientes y sus colaboradores, sea alguien con sano juicio y de principios inconmovibles; que tenga influencia moral y que sepa tratar con las mentes. Debe ser una persona sabia, culta, afectuosa e inteligente. Puede ser que al principio no sea cabalmente eficiente en todos los sentidos; pero debería prepararse, como consecuencia de la meditación ferviente y el ejercicio de sus habilidades, para esta importante tarea. Se necesita la mayor sabiduría y amabilidad para desempeñar este cargo. A la vez, su integridad debe ser inconmovible, porque será necesario hacer frente a toda clase de prejuicios, fanatismo y errores.—Testimonies for the Church 4:546, 547 (1880). 2MCP 406.2