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El Espíritu Santo llena la mente purificada 2MCP 423

Necesitan llenar constantemente su mente con Cristo, y vaciarla de egoísmo y pecado [...]. Justamente en el momento cuando vacíen su mente de vanidad y frivolidad, ese vacío será llenado con lo que Dios desea darles: su Espíritu Santo. Entonces, del buen tesoro del corazón sacarán buenos frutos, ricas gemas del pensamiento, y otros recibirán las palabras, y comenzarán a glorificar a Dios [...]. Sus pensamientos y afectos deben morar en Cristo, y deben reflejar sobre otros aquello que ha brillado sobre ustedes, procedente del Sol de Justicia.—Nuestra Elavada Vocacion, 117 (1892). 2MCP 423.3