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Con Cristo no hay fracaso 2MCP 427

El poder omnipotente del Espíritu Santo es la defensa de toda alma contrita. Cristo no permitirá que pase bajo el dominio del enemigo quien haya pedido su protección con fe y arrepentimiento. El Salvador está junto a los suyos que son tentados y probados. Con él no puede haber fracaso, perdida, imposibilidad o derrota; podemos hacer todas las cosas mediante Aquel que nos fortalece.—El Deseado de Todas las Gentes, 455 (1898). 2MCP 427.4