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Un temperamento no santificado pone en peligro la mente y la vida del predicador 2MCP 432

La manifestación de un temperamento no santificado, aunque sea en las reuniones del pueblo de Dios, pone en peligro su mente y su vida. Pregúntese a sí mismo: ¿Vale la pena que siga como hasta ahora, en medio de luchas y contiendas?—Carta 21, 1901. 2MCP 432.1