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Vivan con un propósito 2MCP 435

Hemos de vivir para el mundo venidero. Es muy desagradable vivir una vida al azar y sin un blanco definido. Debemos tener un objetivo en la vida, vivir para un propósito. Dios nos ayude a todos a ser abnegados, menos preocupados de nosotros mismos, más olvidadizos del yo y de los intereses egoístas. Que el Señor nos guíe para hacer el bien, no por el honor que esperamos recibir aquí, sino porque ese es el objeto de nuestra vida; y que nos dé una respuesta al fin de nuestra existencia. Que nuestra oración diaria se eleve hacia Dios para que nos prive de nuestro egoísmo.—Nuestra Elavada Vocacion, 244 (1872). 2MCP 435.3