Es el plan de Dios que haya unidad en la diversidad. Nadie puede ser criterio para otro. Las diversas actividades que se nos confían están proporcionadas a nuestras diversas capacidades. Se me ha instruido claramente en el sentido de que Dios dota a los seres humanos con diferentes grados de capacidad, y después los ubica donde pueden hacer la obra para la cual están mejor preparados. Cada obrero debe dar a sus colaboradores el respeto que desea se le manifieste.—Carta 111, 1903. 2MCP 70.1