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Tratar con las mentes es una tarea delicada 2MCP 80

Es un asunto muy delicado tratar con las mentes humanas. Usted puede ponerse de pie enhiestamente, sin lograr jamás que sus corazones [de otras personas] se suavicen; o puede acercarse al alma afligida, y con el corazón lleno de amor sacarla del campo de batalla del enemigo. No hay que conducirla allí y dejarla abandonada para que sea objeto de las tentaciones de Satanás.—Carta 102, 1897. 2MCP 80.5