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Reformadores, no fanáticos 2MCP 82

El objetivo que debe ser tenido en cuenta entre nosotros es el de ser reformadores y no fanáticos. Al tratar con los no creyentes, no manifiesten un despreciable espíritu de ruindad, porque si se detienen a regatear por una pequeña suma, perderán al fin una suma mucho mayor. Ellos dirán: “Ese hombre es un estafador; él lo defraudaría y lo despojaría a usted de sus derechos si pudiera hacerlo, de manera que manténgase en guardia cuando tenga algo que tratar con él”. 2MCP 82.2

Pero si en una transacción, una pequeñez que estaría a su favor, es cedida a la otra persona, ella tratará con ustedes de acuerdo con el mismo estilo generoso. La mezquindad engendra mezquindad, la tacañería engendra tacañería. Los que siguen esta conducta no saben cuán mezquina les parece a los demás, especialmente a aquellos que no son de nuestra fe; y la causa preciosa de la verdad queda marcada por este defecto.—El Evangelismo, 70, 71 (1887). 2MCP 82.3