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Un arpa de mil cuerdas 2MCP 20

Todos tienen no solo el privilegio sino el sagrado deber de entender las leyes que Dios estableció en su ser [...]. Y a medida que vayan comprendiendo mejor el cuerpo humano [...] tratarán de someter el suyo al dominio de las facultades nobles de la mente. Deben considerar el cuerpo como una estructura maravillosa, formada por el Arquitecto Infinito y entregada a su cuidado, para que hagan tocar melodiosamente esa arpa de mil cuerdas.—MeM 152 (1871). 2MCP 20.1