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No amoldarse a las normas del mundo 2MCP 117

Son muchos aquellos cuyo corazón se conduele bajo una carga de congojas, porque tratan de amoldarse a la norma del mundo. Han elegido su servicio, aceptado sus perplejidades, adoptado sus costumbres. Así su carácter queda mancillado y su vida convertida en carga agobiadora. A fin de satisfacer la ambición y los deseos mundanales, hieren la conciencia y traen sobre sí una carga adicional de remordimiento. La congoja continua desgasta las fuerzas vitales. 2MCP 117.3

Nuestro Señor desea que pongan a un lado ese yugo de servidumbre. Los invita a aceptar su yugo, y dice: “Mi yugo es fácil y ligera mi carga”. Mateo 11:30. Los invita a buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, y les promete que todas las cosas que les sean necesarias para esta vida les serán añadidas. 2MCP 117.4

La congoja es ciega y no puede discernir lo futuro; pero Jesús ve el fin desde el principio. En toda dificultad, tiene un camino preparado para traer alivio.—El Deseado de Todas las Gentes, 297 (1898). 2MCP 117.5