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Cuidado con el exceso de trabajo 2MCP 21

Recuerden que el hombre debe preservar el talento de la inteligencia, dado por Dios, mediante la conservación de la maquinaria física en actividad armoniosa. Se necesita ejercicio físico diario para disfrutar de salud. No es el trabajo, sino el exceso de trabajo, sin períodos de descanso, lo que quebranta a la gente, y pone en peligro las fuerzas vitales. Los que trabajan en exceso pronto llegan a la situación de trabajar en forma desesperada. 2MCP 21.4

El trabajo que se hace para el Señor debe hacerse con alegría y valor. Dios quiere que pongamos espíritu, vida y esperanza en nuestra labor. Los obreros cuyo trabajo es más intelectual deben prestar la debida atención a cada parte del cuerpo humano, distribuyendo equitativamente la presión. El esfuerzo físico y mental, combinado con sabiduría, conservará al ser humano en una condición tal que lo hará acepto a Dios [...]. 2MCP 21.5

Introduzcan en la tarea diaria esperanza, valor y amabilidad. No trabajen en exceso. Es mejor dejar de hacer algunas de las cosas que se habían planeado para el día de trabajo, que excederse y estresarse, con la consiguiente pérdida del valor necesario para llevar a cabo las tareas del día siguiente. No violen hoy las leyes de la naturaleza, no sea que pierdan la fortaleza que necesitan para el día siguiente.—Carta 102, 1903. 2MCP 22.1