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Frutos de los presentimientos negativos (consejo a un esposo depresivo) 2MCP 135

Su vida es actualmente miserable, llena de malos presagios. Cuadros lúgubres revolotean por encima de usted; lo envuelve una oscura incredulidad. Al ponerse de parte de la incredulidad, se ha vuelto cada vez más tenebroso; goza espaciándose en temas desagradables. Si otros tratan de hablar con esperanza, usted destruye en ellos todo sentimiento de esa clase al hablar con más fervor y severidad. Sus pruebas y aflicciones lo llevan a mantener delante de su esposa el devastador pensamiento de que la considera una carga por causa de su enfermedad. Si ama las tinieblas y la desesperación, hable de ellas, espáciese en ellas, y desmenuce su alma al invocar en su imaginación todo lo que puede instarlo a quejarse de su familia y de Dios, y convierta su corazón en algo parecido a un campo devastado por el fuego, con su vegetación destruida, y que ha quedado seco, ennegrecido y resquebrajado.—Testimonies for the Church 1:699 (1868). 2MCP 135.2