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Los hijos de Israel VEUC 395

La responsabilidad de los padres—Dios ordenó a los hebreos que enseñaran a sus hijos sus requisitos, y que los familiarizaran con el trato que él daba a su pue- blo. El hogar y la escuela eran uno. En lugar de labios extraños, los corazones amantes de padres y madres debían dar instrucciones a sus hijos. Los pensamientos de Dios estaban asociados con todo lo que sucedía en la vida diaria en el hogar. Las poderosas obras que Dios había realizado, para librar a su pueblo, se volvían a narrar con elocuencia y temor reverente. Las grandes verdades de la providencia de Dios, y la vida futura eran impresionadas en las mentes jóvenes. Así, se familiarizaban con lo verdadero, bueno y hermoso. VEUC 395.2

Mediante el uso de figuras y símbolos, se ilustraban las lecciones dadas, y de este modo, quedaban más firmemente grabadas en la memoria. Casi desde la infancia, y mediante estas imágenes animadas, el niño era iniciado en los misterios, la sabiduría y las esperanzas de sus padres, y guiado en una forma de pensamiento, sentimiento y anticipación, que iba más allá de las cosas que se ven y son transitorias, a las invisibles y eternas.—Fundamentals of Christian Education, 95. VEUC 396.1