Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Juan 17:17. MSV76 87.1
“Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad”. Juan 17:19. “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro”. 1 Pedro 1:22. “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. 2 Corintios 7:1... MSV76 87.2
Tal es la santificación bíblica. No es simplemente ostentación a obra exterior. Es la santificación recibida por el conducto de la verdad, Es la verdad recibida en el corazón, y puesta en práctica en la vida.42Joyas de los Testimonios 1:114. MSV76 87.3
Los que son santificados por la verdad, son recomendaciones vivientes de su poder, y representantes de su Señor resucitado. La religión de Cristo refinará el gusto, santificará el juicio, elevará, purificará y ennoblecerá el alma, capacitando cada vez más al cristiano para la compañía de los ángeles celestiales.43KH, 250. MSV76 87.4
Un sentimiento agradable, de íntima satisfacción, no es evidencia de santificación.44Testimonies for the Church 8:235. MSV76 87.5
No hay santificación bíblica para los que desechan una parte de la verdad. La Palabra de Dios da bastante luz para que nadie necesite errar... MSV76 87.6
Jesús considerado como hombre era perfecto, y sin embargo, crecía en gracia. “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”. Lucas 2:52. Aun el cristiano más perfecto puede crecer continuamente en el conocimiento y en el amor de Dios... MSV76 87.7
La santificación no es obra de un momento, una hora o un día. Es un crecimiento continuo en la gracia. No sabemos cuán intenso será nuestro conflicto al día siguiente. Satanás vive, es activo y cada día necesitamos clamar fervorosamente a Dios por ayuda y fortaleza para resistirle. Mientras reine Satanás tendremos que subyugar el yo, tendremos asedios que vencer, y no habrá punto en que detenerse, donde podamos decir que hemos alcanzado la plena victoria.45Joyas de los Testimonios 1:113-115. MSV76 87.8