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Una respuesta después de alguna vacilación 1MS 168

Hablé en la tarde [en Stanley, Virginia] de. Juan 17:3. El Señor me dio abundantemente de su Espíritu Santo. El local estaba lleno. Pedí que pasaran adelante los que querían buscar al Señor más fervientemente y también los que querían entregarse al Señor como un sacrificio pleno. Por un tiempo, nadie se movió, pero después muchos pasaron adelante y dieron testimonios de confesión. Pasamos preciosos momentos en oración y todos se sintieron quebrantados, llorando y confesando sus pecados. ¡Ojalá todos pudieran entender!—Diario, 9 de noviembre de 1890. 1MS 168.3