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La recolección MPa 310

La recolección sigue el ejemplo de Nehemías, quien solicitó a los que no eran israelitas que podían dar—Me han llegado cartas preguntando lo que se aconseja con respecto al plan de la Recolección anual. En respuesta, voy a mencionar a todos el ejemplo de Nehemías. Cuando estaba por viajar a Jerusalén con la esperanza de restaurar las murallas de la azotada ciudad de sus padres, le dijo francamente al Rey Artajerjes el trabajo que esperaba realizar, y le solicitó su ayuda para asegurar el éxito de la empresa. Obtuvo una carta para el guardabosques del rey en las montañas del Líbano, instruyéndolo a suplir toda la madera necesaria para las murallas de Jerusalén, y los edificios que iban a ser construidos. Y los medios que le faltaban, los solicitó a quienes los podían donar.—East Míchigan Banner, 9 de septiembre de 1909. MPa 310.4

La recolección puede ayudar a ambos: a las misiones y a ganar a la verdad a quienes dan—Según la providencia de Dios, los que han estado soportando la carga de su obra se han estado esforzando por poner nueva vida en métodos antiguos de trabajo, y también por inventar nuevos planes y nuevos métodos para despertar el interés de los miembros de la iglesia para que realicen un esfuerzo unido a fin de alcanzar al mundo. Uno de los nuevos planes para alcanzar a los incrédulos es la Campaña de la Recolección para las misiones. En muchos lugares durante los últimos años, esto ha demostrado ser un éxito, ha llevado bendición a muchos y ha aumentado los recursos que fluyen a la tesorería de la misión. A medida que los que no pertenecen a nuestra fe se han familiarizado con el progreso del mensaje del tercer ángel en las tierras paganas, se han despertado sus simpatías y algunos han procurado aprender más acerca de la verdad que tiene tal poder para transformar los corazones y las vidas. Hombres y mujeres pertenecientes a todas las clases han sido alcanzados y el nombre de Dios ha sido glorificado.—El Evangelismo, 187. MPa 311.1