Go to full page →

Capítulo 17—Las relaciones dentro de la iglesia MPa 111

Practicad una paciente ternura hacia las faltas de otros—Cristo no vino para ser servido, sino para servir; y cuando su amor reina en el corazón, seguiremos su ejemplo. Si nosotros mantenemos siempre presente en la mente los actos injustos y crueles de otros, nos será imposible amarlos como Cristo nos ha amado; pues hay muy pocas personas que no revelan rasgos de carácter desamigables al ser tratados de cerca. Hasta los mejores de nosotros tenemos rasgos desagradables; y al seleccionar amistades debemos escoger aquellos que no se alejarán de nosotros cuando se enteren que no somos perfectos. Necesitamos tolerancia mutua. Debemos amarnos y respetarnos unos a otros a pesar de las faltas e imperfecciones que no podemos dejar de ver; pues éste es el espíritu de Cristo. Se deben cultivar la humildad y la desconfianza propia, y una paciente ternura hacia las faltas de otros. Esto acabará con todo egoísmo mezquino y nos hará grandes de corazón y generosos.—The Signs of the Times, 5 de marzo de 1885. MPa 111.1