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En Escandinavia 2TS 188

Mientras que en las montañas del Piamonte, en las llanuras de Francia y en las costas de Holanda el progreso del evangelio estaba señalado con la sangre de sus discípulos, en los países del Norte se introdujo pacíficamente. Los estudiantes de Wittemberg, al regresar a sus casas, llevaron la fe reformada a Escandinavia. La publicación de los escritos de Lutero también difundió la luz. Los sencillos y robustos habitantes del Norte desecharon la corrupción, pompas y supersticiones de Roma para aceptar la pureza y sencillez de las vivificadoras verdades de la Biblia. 2TS 188.4

Tausen, el reformador de Dinamarca, era hijo de un labriego. Fué a educarse en Colonia, uno de los baluartes del romanismo, y pronto le disgustó el misticismo de los escolásticos. Por el mismo tiempo llegaron a sus manos los escritos de Lutero, y leyólos con tal deleite que decidió recibir la personal instrucción del reformador alemán. No tardó en matricularse como estudiante en Wittemberg, y al regresar a Dinamarca predicó a Cristo como la única esperanza de salvación para el pecador. Los esfuerzos que hicieron los papistas para desbaratar la obra sólo lograron dilatarla, y al poco tiempo Dinamarca se declaró protestante. 2TS 189.1

También en Suecia los jóvenes que habían estudiado en la universidad de Wittemberg proclamaron la verdad a sus compatriotas. Dos de los caudillos de la Reforma en Suecia, Olaf y Lorenzo Petri, estudiaron bajo la enseñanza de Lutero y Melancton, y a su vez comunicaron diligentemente las verdades aprendidas. En presencia del monarca y de los principales personajes de Suecia, Olaf Petri defendió hábilmente las doctrinas de la Reforma contra los campeones romanistas. A consecuencia de esta controversia, el rey de Suecia aceptó la fe protestante; y poco después se declaró en su favor la Asamblea nacional. Suecia llegó a ser uno de los baluartes del protestantismo. 2TS 189.2