1 (Mictam de David) Guárdame, oh Dios, porque en ti me he refugiado. RVa — Salmos 16:1
2 Oh alma mía, dijiste a Jehovah: “¡Tú eres el Señor! Para mí no hay bien aparte de ti. RVa — Salmos 16:2
3 Para con los santos que están en la tierra, y para con los íntegros, es toda mi complacencia.” RVa — Salmos 16:3
4 Se multiplicarán los dolores de quienes se apresuran tras otro dios. Yo no ofreceré sus libaciones de sangre, ni con mis labios mencionaré sus nombres. RVa — Salmos 16:4
5 Oh Jehovah, porción de mi herencia, y mi copa, ¡tú sustentas mi destino! RVa — Salmos 16:5
6 Los linderos me han tocado en lugar placentero; es hermosa la heredad que me ha tocado. RVa — Salmos 16:6
7 Bendeciré a Jehovah, que me aconseja; aun en las noches me corrige mi conciencia. RVa — Salmos 16:7
8 A Jehovah he puesto siempre delante de mí; porque está a mi mano derecha, no seré movido. RVa — Salmos 16:8
9 Por tanto, se alegró mi corazón, y se gozó mi lengua. También mi cuerpo descansará en seguridad. RVa — Salmos 16:9
10 Pues no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. RVa — Salmos 16:10
11 Me mostrarás la senda de la vida. En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias en tu diestra para siempre. RVa — Salmos 16:11