1 “Ahora pues, oh sacerdotes, para vosotros es esta advertencia: RVa — Malaquías 2:1
2 Si no escucháis y no tomáis a pecho el honrar mi nombre, enviaré la maldición sobre vosotros y maldeciré vuestras bendiciones, ha dicho Jehovah de los Ejércitos. Y las he maldecido ya, porque hoy. RVa — Malaquías 2:2
3 He aquí, yo reprenderé a vuestra descendencia y arrojaré estiércol sobre vuestras caras, el estiércol de las víctimas de vuestras festividades, y con él seréis arrojados vosotros mismos. RVa — Malaquías 2:3
4 Así sabréis que yo os envié esta advertencia para que prevaleciese mi pacto con Leví,” ha dicho Jehovah de los Ejércitos. RVa — Malaquías 2:4
5 “Mi pacto con él fue de vida y de paz. Estas cosas le di, y él me temía y guardaba reverencia ante mi nombre. RVa — Malaquías 2:5
6 La ley de verdad estuvo en su boca, y en sus labios no se halló iniquidad. En paz y en justicia anduvo conmigo y a muchos apartó del pecado. RVa — Malaquías 2:6
7 Porque los labios del sacerdote han de guardar el conocimiento, y de su boca han de buscar la instrucción, pues él es un mensajero de Jehovah de los Ejércitos. RVa — Malaquías 2:7
8 Pero vosotros os habéis apartado del camino; a muchos habéis hecho tropezar en la ley y habéis corrompido el pacto de Leví, ha dicho Jehovah de los Ejércitos. RVa — Malaquías 2:8
9 Por eso, yo también os he hecho despreciables y viles entre todo el pueblo, puesto que no habéis guardado mis caminos y hacéis distinción de personas con respecto a la ley.” RVa — Malaquías 2:9
10 ¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado el único Dios? Entonces, ¿por qué traicionamos cada uno a su hermano, y profanamos el pacto de nuestros padres? RVa — Malaquías 2:10
11 Judá ha traicionado, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación. Porque Judá ha profanado el santuario de Jehovah que él ama, y se ha desposado con la hija de un dios extraño. RVa — Malaquías 2:11
12 Jehovah eliminará de las moradas de Jacob al hombre que haga esto, al que da testimonio y al que responde, y al que presenta la ofrenda a Jehovah de los Ejércitos. RVa — Malaquías 2:12
13 “Y esto habéis hecho de nuevo: Cubrís el altar de Jehovah con lágrimas, con llanto y con suspiros, porque ya no miro las ofrendas ni las acepto con gusto de vuestra mano. RVa — Malaquías 2:13
14 Y decís: ‘¿Por qué?’ Porque Jehovah ha sido testigo entre ti y la mujer de tu juventud, a la cual has traicionado, a pesar de ser ella tu compañera y la mujer de tu pacto. RVa — Malaquías 2:14
15 ¿Acaso el Unico no hizo el cuerpo y el espíritu de ella? ¿Y qué es lo que demanda el Unico? ¡Una descendencia consagrada a Dios!” Guardad, pues, vuestro espíritu y no traicionéis a la mujer de vuestra juventud. RVa — Malaquías 2:15
16 “Porque yo aborrezco el divorcio,” ha dicho Jehovah Dios de Israel, “y al que cubre su manto de violencia.” Jehovah de los Ejércitos ha dicho: “Guardad, pues, vuestro espíritu y no cometáis traición.” RVa — Malaquías 2:16
17 Vosotros cansáis a Jehovah con vuestras palabras y decís: “¿En qué le cansamos?” En que decís: “Cualquiera que hace lo malo es bueno ante los ojos de Jehovah, y de los tales se agrada” o “¿Dónde está el Dios de la justicia?” RVa — Malaquías 2:17