Cada alma que verdaderamente acepta a Cristo por la fe, andará con humildad de corazón. No se exaltará a sí misma, sino que exaltará a Cristo como Aquel de quien depende la esperanza de vida eterna. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe” (Efesios 2:8), ha declarado el apóstol Pablo. Y es la gracia de Cristo en nosotros la que nos convierte en sus testigos. Podemos ser vencedores únicamente mediante la sangre del Cordero y por la palabra de nuestro testimonio. Mediante una vida bien ordenada y una conducta piadosa, nos convertimos en luces en la iglesia y en el mundo. Las cosas espirituales deben discernirse espiritualmente. Quienes beban en más abundancia de las aguas de salvación manifestarán más plenamente la humildad y la mansedumbre de Cristo. 2MS 193.3
Se me ha pedido que diga a los que han sido llamados a enseñar la Palabra de Dios, y también a los demás: 2MS 193.4
Nunca estimuléis a los hombres a ir a vosotros en busca de sabiduría. Cuando los hombres acudan a vosotros en procura de consejo, señaladles a Aquel que lee los motivos de cada corazón. Un espíritu diferente debe compenetrar nuestra obra ministerial. Ninguna persona debe actuar como confesor, ni ningún hombre debe ser exaltado como supremo. Nuestra obra consiste en humillar el yo y en exaltar a Cristo ante la gente. Después de su resurrección, el Salvador prometió que su poder acompañaría a todos los que salieran en su nombre. Exáltense este poder y este nombre. Necesitamos recordar continuamente la oración de Cristo cuando oró que el yo fuese santificado por la verdad y la justicia. 2MS 193.5
El poder del Padre eterno y el sacrificio del Hijo deberían estudiarse más de lo que se estudian actualmente. La obra perfecta de Cristo fue consumada mediante su muerte en la cruz. Nuestra única esperanza de salvación se encuentra en su sacrificio y en su intercesión a la diestra del Padre. Deberíamos encontrar gozo en exaltar el carácter de Dios delante de los hombres, y en hacer que su nombre sea alabado en la tierra (Manuscrito 137, 1907). 2MS 194.1